Soy una degustadora de vino todoterreno.
¿Que no sabes lo que es eso?
Pues yo te lo explico:
Está muy bien tomarse una copa de vino comiendo, y no lo digo yo sola, que los médicos también lo recomiendan (y no vale eso de beberse en una sola comida los vinos de toda la semana, que sino luego hace falta siestón para recuperarse, y lo de pegar cabezadas en la oficina no está bien visto, no me digáis porqué).
Está muy muy bien ir a tu bar preferido y tomarse un vino (o dos) junto a un pincho especial (o dos), eso sí, si después de eso os vais a trabajar, recordad lo que hemos hablado en el punto anterior.

También es fantástico disfrutarlo con amigos al calor de una chimenea en invierno, riendo y contando batallitas del abuelo cebolleta (si no tenéis chimenea no pasa nada, pero vamos que le da al asunto mucho más glamour que la calefacción de gas ciudad, y sino mirad en el anuncio de Ferrero Rocher como ponen chimenea…)
Pero yo voy más allá.
Me encanta tomarme una copa de vino viendo una película arropada con la mantita en el sofá (aquí ojo, que también hay riesgo de siestón, especialmente si la peli no es muy buena).
O sentada en el pc editando fotos y preparando post… ¿Ya sabéis de dónde me viene la inspiración para tanto rollo como os suelto en cada post, no?
O mientras cocino, sí, como en las películas americanas, a lo loco.
Eso sí, esto requiere control, que nos embobamos con el vino y se nos pegan las lentejas, que son mucho de pegarse a la que te descuidas.
Y el que sí que es de película, pero de las buenas, es este vino de las Bodegas Emilio Moro, un vino que nos ha encantado en casa, y que desde luego ya se ha hecho con un huequecito en nuestra mini bodega.
Y como el vino era de excepción, había que degustarlo como se merece, con un maridaje increíble.
Y no lo digo yo sola, que en casa guiso de hoy se ha colado en la lista de favoritos!!
Se trata del boeuf bourguignon, o «buey a la borgoñona» que es un plato tradicional de la cocina francesa y, como su nombre indica, sus dos ingredientes principales son el buey y el vino.
Es un estofado de buey (aunque también se prepara con vaca o ternera, más fáciles de encontrar) que se cocina en vino tinto, originalmente de borgoña, con ajo, cebolla y zanahoria, y con una guarnición de panceta, setas y cebollitas francesas.
La cocción es larga y se hace a fuego lento tanto al fuego como en el horno.
A priori puede parecer una receta complicada y laboriosa, pero de verdad que lo más trabajoso es solo al principio de la elaboración, una vez que lo ponemos al fuego, y aunque son unas cuantas horas, no tenemos más que echarle un vistazo de vez en cuando.
¡Y el resultado merece cada uno de los minutos que hemos empleado, os lo prometo!
Además es un plato perfecto para las próximas navidades, ya que lo podemos dejar preparado el día anterior, ya que el reposo acentúa los sabores.
¿Os animáis?

3 Comments
Qué buena pinta tiene esto, me guardo la receta y me apunto el vino para probarlo también. Muchas gracias, las fotos también alimentan.
Si al entrar en casa, me encuentro un recibimiento, como el rinconcito de tu foto con la silla….ME ENAMORO
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.